domingo, 23 de noviembre de 2014

La religión del Imperio Persa




INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

Los medos y los persas (pueblos indoeuropeos de origen ario) se asentaron en la zona del Próximo Oriente alrededor del primer milenio a.C. Los medos en la región paralela a Asiria y los persas en el Golfo Pérsico, antigua Elam.

Los persas desarrollarán una política de expansión muy activa que les convertirán en los dueños de todo Oriente. En un principio, se dividieron en cerca de unas diez tribus cuyos jefes tenían título de rey, pero la imposibilidad de unificación tuvo como consecuencia la dominación del territorio durante un período de tiempo por parte del reino medo. Según la tradición, Aquemenes dirigió al pueblo hacia el Sur y fundó la dinastía Aqueménida, a la que pertenecerían los grandes reyes persas. Los primeros atisbos de independencia por parte persa surgirán con Ciro I, quien logró mantener un reino propio a pesar de las dificultades. Sin embargo, sería Ciro II ‘El grande’ el fundador del Imperio Persa tras saquear la capital meda (Hammadan) y proclamarse rey de ambos territorios.
  

De esta manera se iniciaría una política de expansión que hará del Imperio Persa el mayor imperio antes conocido. Con las conquistas de los reyes posteriores (Cambises II, Darío, y Jerjes entre otros) se aumentaron las fronteras de Persia abarcando un vasto imperio que incluía desde la zona Mesopotámica hasta la India por el este, Egipto y zonas limítrofes como Libia y Etiopía por el Sur, y ciudades de Asia Menor, Tracia y Macedonia por el oeste.

El Imperio alcanzaría su momento de mayor expansión y desarrollo bajo las monarquías de Darío y su hijo Jerjes, alrededor del 500 y 400 a.C. Sus únicos fracasos fueron los intentos de conquista de las polis griegas durante las Guerras Médicas. Este imperio se mantendrá estable durante siglo y medio más hasta la derrota final de Darío III por parte de Alejandro Magno en el 330 a.C. Todos los territorios serían anexionados al imperio del monarca macedonio produciéndose el fin del esplendor de Persia.



RELIGIÓN EN PERSIA

- Antigua Mitología Irania 

La religión persa de los orígenes forma parte del conjunto de las religiones arias, por lo que manifiesta muchas similitudes con el resto de creencias indoeuropeas. Los antiguos persas creían en la existencia de un gran número de divinidades de origen indoiranio que se conservarán en la religión védica hindú. Muchos aspectos de estos dioses serían integrados en la posterior reforma de Zaratustra. Destacan las siguientes deidades:

  • Vayu ,el dios del Viento o del Aire. Se le describe como un guerrero combatiente del mal. Además, se recurría a él para solicitar ayuda en situaciones de peligro. 
  • Mitra, (‘amigo’ en Irán) se asocia a los acuerdos. Es el dios de la amistad al igual que garante de los contratos legales. Vigila el país de los iranios desde los montes Alborz y apoya la lucha contra los ladrones de ganado. Este dios, guardián del Orden y la Verdad fue uno de los más populares del culto persa durante la época. Esta popularidad queda reflejada en la gran cantidad de nombres derivados del suyo (por ejemplo Mitrídates) y las grandes fiestas organizadas en su honor. La figura de este dios se mantendrá también en el Imperio Romano, siendo de gran importancia la celebración de la fiesta mitraica del Sol Invictus (el día de esta fiesta se usó para establecer la fecha del nacimiento de Jesucristo, el veinticinco de diciembre).
  • Vrthranga, (‘La Victoria’), que se consolida como el poder invicto que pese a las situaciones vence la maldad del hombre y los demonios. 
  • Apam Napat, (‘el Nieto de las Aguas’), un dios por encima de las Autoridades Supremas y compañero de Mitra.
  • Atar, (‘Fuego Sagrado’) que pertenece al legado indoeuropeo en general y por lo tanto podemos encontrar variantes de este dios en distintas culturas. Es un dios mediador entre el mundo humano y el divino y en la cultura persa será hijo de Ahura Mazdá. Es el elemento más antiguo de la mitología. 


 
El dios Mitra en un relieve de un templo romano de Transilvania, s. III d.C





- La figura de Zaratustra 

En alguna fase anterior a Ciro I (posiblemente en una época previa a la dinastía Aqueménida), la religión tradicional irania fue transformada y sufrió una revolución. El artífice de este cambio fue el profeta Zaratustra (llamado Zoroastro en las fuentes de origen griego). Este personaje del que apenas se tiene información se erige como el fundador del zoroastrismo o mazdeísmo, religión que sería oficial en el Imperio Persa.

Zaratustra luchó contra la religión politeísta imperante en esa época, convirtió a miembros de su propia familia y consiguió el apoyo definitivo del rey Vishtaspa, monarca de Chorasmia (hoy el Turkestán ruso). A partir de ese momento su religión se expandió de forma gradual hasta la época de Darío I, en la que el culto parece plenamente aceptado en el mundo persa. La importancia de este profeta fue reconocida en la propia Persia, pues se le consideraba un personaje clave que logró asegurar la estabilidad religiosa. Además su persona se situó entre los reyes épicos prehistóricos del Irán Oriental.



Representación imaginaria de Zoroastro, en la que se le compara con Cristo. 





- El Zoroastrismo o Mazdeísmo

La religión fundada por Zaratustra se basa en el dualismo de dos fuerzas opuestas: el Bien y el Mal. Estas fuerzas están representadas por el dios Ahura Mazda y sus colaboradores los Baga y los Yazata, que encarnan el Bien, y Angra Mainyu y los Daiva que simbolizan el Mal. De esta forma, coexisten dos grandes poderes y fuerzas antagónicas que están predestinadas a luchar entre sí hasta que sólo exista una de ellas (por definición, el Bien).
   
  • Ahura Mazda fue inicialmente llamado Varuna, ‘El Cielo’ y posteriormente Mazda, ‘Sabiduría’. Como resultado de la unión de estos nombres, en la Edad Media sería conocido como Ormuz. El dios Ahura Mazda se erige como un ser inmaterial que dispone de ejércitos compuestos por criaturas similares a los ángeles que cumplen con su voluntad (éste es un aspecto en común con el Dios judeocristiano). Sin embargo, no es omnipotente ya que por el momento no ha logrado vencer a su oponente Angra Mainyu, aunque según la tradición, lo hará al final de los tiempos.

  • El Mal, tanto moral como físico es encarnado por Angra Mainyu. Es capaz de corromper y destruir aquello que se proponga. No se le describe con su nombre, sino de forma abstracta y se le representa como una serpiente o un joven. 


Con esta religión de características monoteístas (no llega a ser completamente monoteísta, pues se siguen adorando a otros dioses), Zaratustra nos muestra un mundo dominado por el Bien y el Mal. El hombre, día a día, también participa de esta lucha, pues el ser humano tiene la capacidad y la obligación de optar entre el Bien y el Mal. Si actúa conforme al primero, será recompensado en la vida del más allá, en la vida ultraterrenal. El culto zoroástrico se complementa con la condena y el rechazo tanto de las ofrendas como de los sacrificios sangrientos. A pesar de todo, éstos rituales siguieron practicándose. Además se continuó con la veneración de ciertos elementos naturales, como el Agua y el Fuego.

El dios Ahura Mazda.




- Influencias y repercusiones del Zoroastrismo

La religión zoroástrica ejerció una influencia notable sobre el judaísmo y de forma más acusada sobre el cristianismo. Así, ambas religiones comparten un mundo en el que se enfrentan el Bien y el Mal. El dios principal es el encargado de obrar el Bien, y los seres humanos si cumplen una serie de requisitos indispensables (en la tradición judeocristiana éstos vendrán definidos en los Diez Mandamientos) serán recompensados en la próxima vida.

Actualmente el zoroastrismo sigue presente en la India (en la zona de Bombay, que son los denominados como parsis), en la isla de Ormuz en el Golfo Pérsico y en reductos aislados en Irán. Esto se debe a la huida de los mazdeístas o zoroástricos provocada por la islamización de Irán en la Edad Media.






BIBLIOGRAFÍA 


  • Matilla, G,  Vida y costumbres de la Antigüedad, Los Persas, Edimat Libros, Madrid, 2007
  • Cotterel, A (et al.), Enciclopedia de Mitología Universal, Parragon, Bath, 1999
  • Bravo, G, Historia del Mundo Antiguo, Alianza Editorial, Madrid, 2008
  • Alvar, J, Historia del Mundo Antiguo, Oriente, Los Persas, Ediciones Akal, Madrid, 1989
  • Pritchard, J.B (el al.), La Sabiduría del Antiguo Oriente, Ediciones Garriga, Barcelona, 1966
  • www.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/religión_persa
  • www.biografíasyvidas.com/biografía/z/zaratustra
  • www.portalplanetasedna.com.ar/persas 





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