Aprovecho la oportunidad que me brinda este blog para presentar
a la clase la ermita de la
Vera Cruz en Segovia.
Algunos y algunas lo conocerán, pero para otros habrá pasado
desapercibida mientras fijaban su atención en el impresionante alcázar
segoviano. Desde la plaza que precede a la preciosa y recoleta fortificación
segoviense, se puede observar a lo lejos, sobre una ladera yerma y pedregosa
esta preciosa ermita.
Ya desde esta distancia podemos apreciar una de sus
peculiaridades más destacables. Es de planta dodecagonal, lo cual le confiere
un aspecto muy llamativo e inusual. Precisamente, este rasgo ha suscitado la
teoría más aceptada sobre sus supuestos fundadores… los Templarios. Los
partidarios de esta atribución, lo hacen basándose en su parecido con la Cúpula de la Roca (También llamada
Mezquita de Omar), supuesto templo de Salomón.
Es fácil encontrar esta construcción en numerosas obras que
versan sobre el estilo románico. Por citar una, incluiré un fragmento del libro
“El Románico: Eclosión de mil años de
arte cristiano” de Fernando Labad: “La
iglesia de la Vera Cruz ,
en las afueras de la ciudad, la mayor de España de planta centralizada; al
parecer, de los caballeros del Santo Sepulcro; de acusado orientalismo”
Traigo este edificio a colación porque me parece una buena
excusa para pasar un fin de semana o un domingo disfrutando de toda la historia
que contiene Segovia, los pueblos que han dejado su huella allí y las
curiosidades que, como ésta, añaden aún más interés por una ciudad tan bella
como cercana.
Por cierto, la entrada son dos eurillos, así que no hay
excusa (horario: 10,30 a 13,30 h y de 16,00 a 18,00 h)
Y, para los moteros, recomiendo llegar haciendo la ruta por
los puertos de La Morcuera ,
Cotos y las famosísimas siete revueltas de Navacerrada, parando, nada más
llegar, en la plaza de la catedral para degustar unas tapitas y tomar un caldo
caliente para templar el cuerpo.
Espero que os guste mi aportación y os cause interés.