jueves, 8 de enero de 2015

La guerra secreta en Laos.


Hola a tod@s, el post que colgó Javi sobre Oradour-sur-glane episodio bastante desconocido fuera de Francia, me hizo recordar otro suceso de la historia que poca gente conoce y del que yo no sabía nada hasta que viajé a Laos el año pasado.

En Laos, no salirse de los senderos o caminos marcados, es muy importante para no arriesgar la vida, puesto que todavía quedan muchos explosivos sin detonar en el terreno y muchos de los lagos que presentan los paisajes, son realmente cráteres formados por los impactos de las bombas. En muchos de los  pueblos se pueden encontrar restos de explosivos por todas partes, utilizados como pilares de las casas, cercados o jardineras, como elementos decorativos de casas y comercios,  aunque también desperdigados por el suelo o amontonados en locales entre otros objetos.

Todo esto me sorprendió porque, no sé vosotros, pero yo nunca había escuchado nada sobre una guerra en Laos y no es casual. A la sombra de la guerra más mediática del siglo XX en el país vecino, Vietnam, Laos fue víctima de una guerra encubierta que convirtió al país en el más bombardeado del mundo superando en número de bombardeos a todos los realizados sobre Alemania y Japón juntos durante la II Guerra Mundial.

Marcas del MAG indicando los senderos en zonas sin descontaminar todavía


Ejemplo de casa construida obre pilares formados por carcasas de bombas



Artefactos explosivos como elementos decorativos

Bombas junto a los sacos de arroz

Carcasas de bombas de racimo como pilares

Otro de los usos que los habitantes de los poblados dan a los restos de bombas, en este caso como verjas para separar los terrenos de cada casa

Cráteres de las bombas lanzadas sobre la Llanura de las Jarras en Phonsavan
Fuente:https://exociencias.wordpress.com/2013/09/23/cuando-los-gigantes-caminaron-a-traves-de-laos-la-llanura-de-las-jarras/

Pero ¿Que pasó allí? ¿Quién atacó Laos? ¿Por qué? ¿Por qué se mantuvo en secreto?

Recordemos que Laos formó parte de las colonias francesas de Indochina junto con Camboya y Vietnam. Los acuerdos de Ginebra de 1954 pusieron fin a la Guerra de Indochina declarando la independencia de Laos y obligando a las tropas vietnamitas (Tropas del Viet Minh, que habían apoyado los movimientos independentistas laosianos) y francesas a abandonar el país. Estos acuerdos decretaban, también, que cada uno de los países participantes en los Acuerdos de Ginebra (Camboya, Vietnam del norte, Vietnam del sur, Estados Unidos de América, Francia, Laos, República Popular de China, Reino Unido y Unión Soviética) se comprometía a abstenerse de cualquier intrusión en los asuntos internos de Camboya, Laos y Vietnam, así como a respetar la soberanía, independencia e integridad territorial de estos tres países[1].

Tras la independencia, la rivalidad entre las facciones neutrales o centristas, los grupos conservadores y los grupos de izquierda representados por el Pathet Lao (“Tierra de Laos”), movimiento comunista, derivó en una guerra civil (1963-1973) que generó una desestabilización política del país, aspecto que facilitaría la intrusión de Estados Unidos, responsable de los mencionados bombardeos.

Laos, único país del sureste asiático sin acceso al mar, se encontraba a mediados del siglo XX, durante la Guerra Fría, entre dos países comunistas, Vietnam del norte y China, y dos, de ideología de derechas, Tailandia (aliado de Estados Unidos desde el fin de la II Guerra Mundial) y Vietnam del sur apoyado por la potencia americana con el objetivo de evitar la unificación de Vietnam bajo un gobierno comunista. Aunque Laos se declaró neutral durante la Guerra Fría su localización e importancia estratégica hicieron que Estados Unidos lo designara como “Estado parachoque” destinado a frenar el avance del comunismo[2].

Así, en 1964, a pesar de que en Ginebra, ese mismo año, se ratificó la neutralidad de Laos, Estados Unidos inició, a través de la CIA, las operaciones encubiertas que habían programado, desembocando en una guerra secreta que duró desde 1964 hasta 1973.

Bajo la apariencia de ayuda humanitaria y ayuda al desarrollo en Laos, Estados Unidos construyó centenares de pistas de aterrizaje en casi todo el territorio laosiano, creando así, la infraestructura necesaria para llevar a cabo la guerra. De esta manera, hasta los lugares más remotos de la selva se hicieron accesibles.

Por otro lado, la CIA se alió con el líder de las tribus Hmong, Vang Pao quien, tras el impulso de cultivo de opio en Laos por parte del gobierno francés no sólo se había convertido en uno de los jefes de la droga si no que había servido como sargento del ejército francés[3]. Los Hmong vivían en las montañas de Laos aislados y excluidos por el resto de la población[4]. La CIA reclutó, a través de Vang Pao, a los hombres, primero, y más adelante también a los niños de estas tribus para formar sus ejércitos clandestinos contra las guerrillas comunistas del Pathet Lao. Su entrenamiento, lo llevaron a cabo a través de militares tailandeses, trasladados a Laos por la CIA, ya que gracias a sus rasgos parecían laosianos y esto ayudaba a Estados Unidos a burlar los acuerdos de Ginebra[5].

Estados Unidos apoyó además a estos ejércitos con fuerzas aéreas, por lo que el conflicto pasó de ser una guerra de guerrillas a una guerra aérea.

Para llevar a cabo la logística aérea, el gobierno de Estados Unidos contrató a la empresa privada Air America cuyo dueño secreto era la CIA[6] (hecho que no fue destapado hasta el final del conflicto)[7]. Se suponía que los aviones trasladaban arroz y medicamentos pero no siempre era así, en muchos casos lo que trasladaban eran tropas y municiones y en otros, incluso el opio que cultivaban los propios Hmong en las montañas.

De hecho, los motivos que movieron a Estados Unidos a iniciar esta guerra encubierta en Laos, fueron, además del interés por frenar la expansión del comunismo en el sureste asiático y dar una lección a un pequeño país, el deseo de enriquecer a las empresas americanas vinculadas al mercado armamentístico y, por supuesto, conseguir el control del “Triángulo de oro”, región situada en el Norte de Tailandia, Birmania y Laos y que en aquellos años era uno de los mayores productores de Opio del mundo[8].

El tráfico de opio proporcionaba a la CIA recursos de los que no tenía que rendir cuentas a su gobierno y financiaba así las operaciones encubiertas pero además, era un medio para establecer alianzas con las tribus[9].

Con la prensa mundial centrada en la Guerra de Vietnam, de la guerra de la CIA en el país vecino apenas se hablaba, lo que permitió que se intensificaran los bombardeos. Los objetivos fueron principalmente acabar con las fuerzas del Pathet Lao y destruir la ruta Ho Chi Minh, a través de la cual Vietnam del Norte apoyaba a la guerrilla del Viet Cong en Vietnam del Sur, acabando, por tanto, con el sistema logístico del Viet Cong. Sin embargo, los aviones B-52 bombardearon indiscriminadamente prácticamente la totalidad del territorio de Laos resultando en la aniquilación de poblados enteros junto con sus habitantes. A estos bombardeos se sumaban los producidos por los aviones que no habían alcanzado sus objetivos en Vietnam y que, al no poder aterrizar con la carga explosiva la dejaban caer en Laos[10].

Sobra decir que los bombardeos sobre Laos se realizaron clandestinamente para evitar el escándalo internacional que se hubiera generado al saber que los ataques se realizaban contra un país neutral.

La historia de la implicación de los Estados Unidos en Vietnam, Camboya y Laos, fue aireada tras la publicación de los conocidos como “papeles del pentágono”,  sustraídos clandestinamente por un funcionario del Pentágono en 1971, Daniel Ellsberg, y que dejaron al descubierto que las diferentes administraciones de Estados Unidos durante la guerra habían mentido constantemente a la población estadounidense y al propio Congreso[11].

Una vez acabada la guerra con el triunfo del Pathet Lao, Estados Unidos abandonó el País llevándose consigo a 3.000 personas Hmong, pero dejando abandonados a su suerte a otros 20.000, los cuales se quedaron solos, sin ayuda de nadie y vagando por las selvas de las montañas huyendo del ejército del gobierno. En 2003 el fotógrafo y periodista extranjero Philip Blenkinsop, encontró a estas personas que, tras 30 años, creyeron que por fin sus aliados americanos acudían en su ayuda y venían a rescatarles[12].


Imagen tomada por Philip Blenkinsop en 2003.
Fuente: http://www.salesdeplata.com/philip-blenkinsop-fotografia-documental-en-analogico/

«Les hemos estado esperando y ustedes nunca venían. Morimos de inanición y ya no podemos aguantar más» fue lo que le dijo una de las mujeres Hmong a Blenkinsop cuando lo vieron. [13].


Consecuencias

En total se produjeron más de 580.000 bombardeos entre 1964 y 1973, el equivalente a un bombardeo cada 8 minutos, 24horas al día, durante 9 años. Se lanzaron más de  dos millones de toneladas de explosivos, de los cuales más de 270 millones fueron bombas de racimo y de ellas, 80 millones no explotaron quedando semi-enterradas pero activas. Así pues, las cifras de explosivos lanzadas se traducen en 500.000 bombas por habitante. En cuanto al territorio, aproximadamente el 25 % del país aún está contaminado por explosivos sin detonar y ninguna provincia queda libre de este peligro. Las consecuencias de todo ello, son que desde el final de la guerra más de 20.000 personas, entre ellas muchos niños, han muerto o han quedado mutilados a causa de estos artefactos. Cada año se producen alrededor de 300 nuevos accidentes de este tipo,[14] muchos de los cuales se deben a que, para muchos turistas sin escrúpulos, el mejor souvenir de Laos que se pueden llevar a casa es cualquier tipo de chatarra  que provenga de explosivos americanos: un trozo metálico, una cuchara realizada con metal fundido de las bombas, etc… y dada la extrema pobreza en que se encuentran muchas familias, esto favorece a que sus miembros, generalmente los niños, arriesguen sus vidas para obtener unos tristes ingresos, por cada kilo de chatarra que venden obtienen alrededor de 5 céntimos de euro.



Ejemplares de bombas de racimo lanzadas sobre Laos y otros explosivos en el museo del MAG en Phonsavan (Laos)


Hasta la fecha sólo se han podido desactivar 707.000 explosivos, trabajo que ha costado cuatro millones de dólares por año, mucho más de lo que costó diseminar los dos millones de toneladas que se lanzaron.

Bueno, mi intención no era amargaros el inicio del año con esta historia tan triste. Sólo quería compartir con vosotros lo que para mí fue un descubrimiento muy interesante, aunque igual muchos de vosotros ya estabais al corriente.

Un saludo a todos!





[1] Los Acuerdos de Ginebra  sobre Indochina , 21 de julio de 1954. http://www.historiasiglo20.org/TEXT/indochina54.htm

[2] La guerra secreta de la Cia en Laos. Documental https://www.youtube.com/watch?v=3ld5Ggah3Ec.
[3]“La implicación de los servicios secretos occidentales en el tráfico de drogas”
[5] La guerra secreta de la Cia en Laos. Documental https://www.youtube.com/watch?v=3ld5Ggah3Ec.
[7] La guerra secreta de la Cia en Laos. Documental https://www.youtube.com/watch?v=3ld5Ggah3Ec.
[9] La implicación de los servicios secretos occidentales en el tráfico de drogas
[10] Centro de interpretación “UXO Information Centre” dirigido por MAG (Mines Advisory groups) y situado en Phonsavan (Laos)
[12] El aliado que EEUU olvidó en Vietnam. El Mundo. 2 noviembre 2003. http://www.elmundo.es/cronica/2003/420/1067865146.html

[13] El aliado que EEUU olvidó en Vietnam. El Mundo. 2 noviembre 2003. http://www.elmundo.es/cronica/2003/420/1067865146.html
[14] Datos extraídos de la organización británica MAG. (Mines Advisory Groups) que trabaja en la desactivación de explosivos en Laos, así como en otros países: http://www.maginternational.org/the-problems/the-uxo-problem-in-laos-statistics/#.VKbIICuG-Sohttp://www.maginternational.org/mag/en/where-mag-works/laos/#.VKaLRSuG-Sp

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