martes, 13 de enero de 2015

EL "ARTE" DE ENSEÑAR HISTORIA



En esta entrada del blog pretendo hacer una reseña tras la lectura de uno de los capítulos del libro “La enseñanza de las Ciencias Sociales”, donde se hace un repaso a las diferentes formas de enseñanza-aprendizaje que se ha venido dando a lo largo de los años, en relación a la asignatura de Historia. 




En el pasado el aprendizaje de la Historia se entendía como una actividad meramente memorística, cuyo objetivo esencial era retener en nuestras mentes una gran cantidad de datos, fechas, nombres de reyes, acontecimiento, etc., prescindiendo del proceso y esfuerzo de conexión entre los datos, es decir, de darle sentido contextual a la información que se aprendía e incluso utilidad práctica. Los docentes, para desarrollar su labor, debían organizar los contenidos de manera ordenada y hacer repasos continuos de la información dada. El resultado de este tipo de enseñanza memorística llevaba a relegar todos los datos aprendidos de memoria al más oscuro de los olvidos. Entiendo que el aprendizaje debe ser progresivo, debes partir de una base del conocimiento, unos cimientos, e ir ampliando los contenidos poco a poco creando conexiones entre ellos. Además para que el ser humano incorpore de manera adecuada conocimientos nuevos a su intelecto es necesario “engancharlos” a conocimientos o a una experiencia previa que ya tengamos en nuestra mente, es decir, a nuestros cimentos. Esta idea es la que defiende Ausubel al hablar de la importancia de “elementos de enganche” entre conocimientos nuevos y los ya existentes. Pero lo cierto es que a pesar de que este tipo de enseñanza está totalmente obsoleta en lo referente a cuestiones didácticas y evolutivas del pensamiento sigue habiendo profesores anclados en la herencia memorística. 

Tras el fracaso de este enseñanza memorística se adoptó una concepción algo más innovadora, pero que aún no respondía a las necesadades psicológicas del alumno. Se tendía hacia un cambio significativo, lo narrativo por lo conceptual, es decir, se plantea enseñar Historia desde una perspectiva conceptual, entendiendo la relación de causa-efecto, mucho más explicativa que la anterior. Pero el problema fue que  cambió la concepción de aprendizaje pero no sucedió lo mismo en relación a la enseñanza. Esta ya no venía acompada por la simple reiteración de nombres, sí por la continua realización de ejercicios y actividades cuyo objetivo era el mismo, la repetición de los contenidos.

Uno de los planteamientos que han tomado más fuerza en el ámbito educativo son los dados por Jean Piaget, en relación a la forma de aprendizaje. Los constructivistas defienden el aprendizaje activo por parte del alumno, estableciendo como base la experiencia previa sobre la que se asentarán los nuevos conocimientos, utilizando como medio estructuras mentales o esquemas que cada alumno se marcará como eficaces. El profesor se concibe como un guía cuya función es estimular, de una manera didáctica al alumno en su progreso educativo. 

En definitiva el enfoque que se pretende con este nuevo planteamiento consiste en una enseñanza por descubrimiento, donde los contenidos no se le darían al alumno completos, siendo trabajo de este completarlos y organizarlos según su cognición. Uno de los proyectos más importantes dentro de este aprendizaje por descubrimiento lo encontramos en el Proyecto 13-16 del Schools Council. Los objetivos que este proyecto se marca se caracterizan por dotar a los alumnos de las herramientas y contenidos necesarios para ser un pequeño investigador de la historia. La estructura que se plantea está dividida en 5 unidades didácticas:


  • Introducción: a su vez esta unidad se subdivide en una serie de apartados. En el primero se aborda el tema de cómo vivían las sociedades del pasado, así como algunos conceptos básicos en relación a la cronología. Las unidades siguientes se centran en el desarrollo de la figura del investigador histórico. Al principio se intenta que el alumno establezca hipótesis con las fuentes dadas, según vamos avanzando por las unidades didácticas el protagonismo del alumno es mayor, siendo él el que debe discernir qué fuentes son útiles para establecer su hipótesis y cuáles son falsas. 


  • Estudios de Historia Universal Contemporánea: la atención se centra en el estudio de sucesos o hechos históricos surgidos en el momento actual, analizando la problemática de los conflictos.
  • Un estudio en profundidad de algún período pasado: aquí se fomenta el estudio de un hecho histórico de alguna de las sociedades del pasado, no desde un punto de vista político sino algo mucho más global.
  • Un estudio de desarrollo de algún tema: una vez tenemos un tema monográfico se pretende analizarlo para ver el desarrollo y la evolución existente a lo largo de los tiempos. 
  • La historia que nos rodea: se propone el estudio de alguno de los temas de la historia local del alumno con el cual esté familiarizado.

Este proyecto se llevó a cabo durante varios años en escuelas de Inglaterra, realizando posteriormente una evaluación de los procesos. Esto permitió observar la utilidad del proyecto en el ámbito educativo. Se llegó a la conclusión que el Proyecto 13-16 incrementaba la motivación de los alumnos en cuestiones históricas, así como su interés, además mejoraban en cuanto a la estructura histórica de los contenidos, no siendo así para la capacidad de verbalizar lo aprendido. Una de las limitaciones que este proyecto planteaba se centraba en el papel del profesor, ya que por el tipo de metodología relegaba al docente a un segundo plano. Al decantarse por un aprendizaje por descubrimiento los contenidos no pueden ser presentados por el profesor de una manera completa, sino que son los propios chavales los que deben trabajarlos para descubrirlos por ellos mismos, esto hace que el papel del profesor quede en un lugar un tanto ambiguo o difuso. Además de esta problemática se presenta otra bastante relevante, no todos los alumnos son capaces de llegar a un conocimiento completo de ciertos contenidos por medio del descubrimiento en solitario, sino que necesitan de una colectividad (la clase) o bien de una persona de referencia que guía su progreso (el docente). Esto hace en mi opinión que el papel del docente sea esencial para la labor de aprendizaje del alumno, estableciendo una serie de leyes básicas que permiten entender el desarrollo histórico. Por este motivo creo que el Proyecto 13-16 no es del todo correcto, por lo menos en su totalidad, pero sí utilizando alguna de las unidades didácticas, acompañándolas de la explicación del profesor.

En mi opinión la disciplina de la Historia, así como la Historia del Arte, son tremendamente amplias y complejas para su estudio y entendimiento , lo que hace necesario que nos valgamos de diferentes teorías de aprendizaje para así llegar a la totalidad del alumnado. No nos podemos centrar en una única práctica educativa, sino que debemos entremezclarlas para sacar el máximo partido a cada una de ellas. Habrá momentos de la clase que el aprendizaje por recepción sea el más adecuado, y otros en los que el aprendizaje por descubrimiento sea el que más se adepte a aquello que deseamos conseguir, por lo que no nos ciñamos a reglas impuestas sino que disfrutemos de la gran variedad didáctica que se nos ofrece.


Raúl Gil Cilleros

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